El Real Madrid inició su leyenda en la primera final de la Copa de Europa, en 1956, frente al Stade Reims

La final tuvo lugar en el increible Parque de los Príncipes, en Paris, frente a 45.000 espectadores. El partido comenzó con los franceses volcándose sobre el área madridista. Y en el minuto 6, la defensa madridista no logró evitar el primer tanto a cargo de Leblond. Un minuto después Glowacki volvió a marcar aunque en esta ocasión fue anulado tras señalarse fuera de juego. Los de blanco seguían sin reaccionar y en el minuto diez Templin tras recibir un envío de Bliard, hizo el 2-0.

Los hinchas galos veían como el Reims allanaba el camino hacia el título. Sin embargo, la épica blanca comenzó a gestarse. De la mano de Di Stéfano los merengues recortaron distancias en el minuto quince, empatando a la media hora de juego.

En el segundo tiempo, el Real Madrid intentó llevar el ritmo del juego. Pero cuando mejor estaba jugando, se produjo el 3-2 para el Reims. Hidalgo aprovechó un despiste de Alonso marcando en el minuto 62. Tocaba remangarse de nuevo y Di Stéfano se puso manos a la obra. Una jugada hilvanada por el ataque madridista la finalizó Marsal cuyo disparo rechazó Jacquet, pero Marquitos muy atento recogió el rebote y rubricó el empate.

Faltaban veinticinco minutos y todo estaba como al principio. El cansancio se notaba más en los galos, pero sus rápidos contragolpes hicieron temblar a las huestes madrileñas. En una de esas contras Alonso tuvo que emplearse a fondo y mandar a córner un peligroso chut de Bliard. Mientras que en el otro área Joseíto primero y Gento después no acertaron con el marco de Jacquet. Pero sería Rial el encargado de dar el triunfo al Real Madrid en el minuto 79.

El Real Madrid se proclamó campeón de la primera Copa de Europa. La leyenda blanca había comenzado…